Los alcornocales de Elviria se encuentran en la provincia de Málaga y se extienden entre el extremo oriental de los términos municipales de Ojén y de Marbella. El acceso más directo por la autovia A-7 es por la salida  de Don Carlos hacia Elviria.

El lugar corresponde a un relieve alomado constituido por la Loma de Puerto Llano y la Loma de las Cabrillas, de cúspides redondeadas, estrechas y alargadas. Pertenecientes a las últimas estribaciones de la Serranía de Ronda, sus crestas coinciden con parte de los límites entre los mencionados municipios.

Los alcornocales que nos ocupan son unos de los últimos fragmentos que quedan de los extensos bosques que cubrían este sector de la provincia de Málaga y que llegaban hasta el litoral, en donde constituían un tipo de alcornocal termófilo sobre arenas, que era la continuación natural del particular ecosistema dunar marbellí y del que hoy apenas quedan algunos vestigios junto a los arroyos próximos a las urbanizaciones de Las Chapas y Cabopino.

Cabe mencionar también la presencia de quejigos y alguna encina solitaria que nunca llega alcanzar un gran porte. Sería posible también la presencia del Laurel Laurus nobilis en la zona, tal y como sugiere la toponimia del lugar que denomina como “Arroyo del Laurel” a uno de los afluentes del río de Ojén.
En la zona central o climácica se alcanza una gran biodiversidad, pues es característica una alta variedad de especies en los diferentes niveles, entre las que destacamos como dominantes del bosque y estrato arbustivo:
- Madroño, Lentisco, Labiérnago, Olivilla, Mirto, Brezo, Palmito, Coscoja, Aladierno, Durillo, Rusco, Escobón, etc.

Otro de los valores naturales que albergan los alcornocales de Elviria es, sin duda, su rica fauna de Vertebrados. Hasta la presente llevamos detectadas 122 especies. Entre estos destacamos el Corzo, el meloncillo, El Aguila, Real, la Culebrera, el Aguila Perdicera y la  Calzada asi como el Buho Real, etc.

Problemática ambiental:  La intensa presión urbanística que ha sufrido el litoral malagueño ha hecho desaparecer grandes masas arboladas. Sus valores paisajísticos y ambientales hacen del lugar un enclave codiciado por los urbanizadores que ya no buscan solamente el turismo de sol y playa. La instalación de vallas y alambradas, la eliminación del sotobosque provoca la destrucción y fragmentación del hábitat. La proliferación de motoristas, Quad´s y Jeeps Buggys perturban y  molesta a la fauna y causan la erosión.

El gran incendio de las sierras de la Costa del Sol arraso este maravilloso paraiso mediterraneo a primeros de septiembre de 2.012.