El Pantano de las Tortugas, situado en Nueva Andalucía, también conocido como el “embalse nuevo” del Angel, es un paraje entrañable para la gente de  Marbella por que forma parte la su historia. Este “Monumento Vivo” de una revolución agrícola e industrial fue construido hace más de cien años. Junto con otros embalses similares (Las Medranas, La Leche, Cancelada, el Pantano Viejo) regaban  los cultivos de naranjos y caña de azúcar, las colonias agrícolas de San Pedro Alcántara y El Ángel.

Esta reserva artificial de agua se ha naturalizado con el paso del tiempo, integrándose en el paisaje y constituyendo una gran importancia medioambiental, ecológica y paisajística para nuestra zona.

Una muestra de la rica biodiversidad que posee este paraje es la cantidad de especies animales que lo habitan (galápago leproso, ranita meridional, Garza Real, garcilla, cormorán grande, focha común, anade real, azulon, porrón, bisbita común, lavanderas...).  El Pantano de las tortugas es también utilizado por infinidad de aves migradoras en sus vuelos entre Europa y África. Algunas de estas especies son endémicas o están en peligro de extinción (gallipato, avetorillo, águila pescadora, etc.)

Problemática Ambiental:

La falta de sesibilidad y escasa conciencia ambiental del Ayuntamiento de Marbella.  El “falso” proyecto de recuperación del Lago de las Tortugas “ha puesto en valor un paraje de un alto valor ecológico para el municipio” Consistente en la instalación de  un embarcadero por lo que piraguas y botes perturban las aves acuaticas y su nidificación. Ademas la construcción de un merendero, el asfaltado del aparcamiento, el parque de juegos para niños y el vallado perimetral consolida la urbanización de este espacio natural

Los accesos al mismo cada día son más difíciles,  el continuo tránsito de motos y Qued´s. Otro problema al que nos enfrentamos es a la dejadez en la que se encuentra inmerso, hecho que algunos inconscientes han aprovechado para depositar sus basuras, escombro y neumaticos.

La urbanización en su entorno supondría la irreversible estrangulación de un "Monumento Natural" de alto valor ecológico, paisajístico, histórico y cultural.