Situada en la playa del Alicate, en Marbella, la duna gigante del Barronal de la Morena está considerada la más alta de la provincia de Málaga y la última formación gigante de este tipo que queda en el sobre urbanizado litoral marbellí. Una “reliquia ecológica”.

No es exactamente a lo que aspiraban los vecinos, que llegaron a reunir casi dos mil firmas para intentar mantener vírgenes los 76.000 metros cuadrados de vergel, pero al menos es un consuelo. El proyecto de urbanización de las dunas del Barronal de la Morena, ubicadas en el núcleo de Las Chapas junto a la playa del Arenal, sigue adelante pero en las últimas semanas ha sumado un matiz importante parael uso público de, al menos, su franja más cercana al mar.Un acuerdo a tres bandas, entre el Ayuntamiento, la Demarcación de Costas y la promotora encargada de edificar los terrenos, permitirá ampliar la servidumbre de protección de los 100 metros quemarca la legislación a 50 metros más al norte. En total, una franja de 150 metros de ancho que se recuperará con senderos y pasarelas para quetodos los vecinos y turistas puedan disfrutar de un paraje calificado por los ecologistas como único en la Costa del Sol.

Los trámites ya están en marcha. De momento, según explicó el coordinador de Urbanismo del Ayuntamiento, Juan Carlos Fernández Rañada, ya se ha consensuado verbalmente la medida con los urbanizadores del suelo, que se harán cargo además del coste de la recuperación ambiental de este franja dunar.

El siguiente paso será la aprobación de un plan parcial, que permitirá al Consistorio obtener la titularidad de los 50 metros que quedarán, además de los cien que marcala ley de Costas, a salvo del ladrillo. «Va a ser la duna con el espacio público más ancho de Andalucía», subrayó Rañada, que también quisoponer el acento en lo inusual de que se retoque un proyecto urbanístico que tiene todos los parabienes legales por una cuestión estrictamente medio ambiental.

Esta vuelta de tuerca al futuro de las dunas del Barronalde La Morena no afectará a las pretensiones de la promotora, que pasan por levantar 152 viviendas gracias a un plan parcial inicial que fue aprobado en 2006 cuando la Junta de Andalucía ostentaba las competencias municipales de planeamiento y que también encuentra acomodo en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pendiente de su entrada envigor tras su publicación en el Boletín Oficial de la Junta deAndalucía. De hecho, a finales del año pasado el Ayuntamiento dio luz verde al proyecto de urbanización de los terrenos, lo que permite que secomiencen a ejecutar los viales y las redes para los servicios e infraestructuras básicas.

Una vez esté resuelta la cesión al Consistorio de la nueva franja de 50 metros de ancho que estará libre de cemento, el diseño de los senderos peatonales y el mobiliario que se disponga en lazona de servidumbre y en el dominio público marítimo terrestre será elque marque la Demarcación de Costas. Así lo confirmaron fuentes de este organismo, depende del Ministerio de Medio Ambiente, que instó al Ayuntamiento a que lograra la ampliación de la zona de servidumbre. De bajo impacto Las mismas fuentes indicaron que cualquier actuación tendrá que ajustarse a las directrices que se aplican en zonas dunares para que el impacto sea mínimo, caso de las pasarelas de madera que no dañen la arena dunar, similares a las que recorren el Parque Nacional de Doñana, y será informado, autorizado y supervisado por los técnicos del Gobierno central, que están ojo avizor ante cualquier intervención en el litoral malagueño.

Tras conocerse que el paraje de las dunas de El Barronalva a ser urbanizado de forma definitiva, el concejal de IU en el Ayuntamiento de Marbella, Enrique Monterroso, mostró su firme contrariedad a que «los dictados del negocio urbanístico y la tiranía del ladrillo sigan marcando las prioridades y releguen a un plano secundario a los intereses generales y la defensa de los espacios naturales». Es más, Monterroso culpó directamente al Ayuntamiento y a la Demarcación de Costas de la destrucción de las dunas. Monterroso destapó a través de un comunicado la «hipocresía» del equipo de gobierno y de la Demarcación de Costas al pretender convencer a la ciudadanía de que con el aumento en 50 metros de la zona de protección se apuesta por la preservación de este ecosistema.

IU aseguró que si se va a salvar parte de la zona es graciasa la persistencia y defensa del paraje por parte del colectivo Pro-Dunas y la propia IU. Incumplimiento El edil consideró además en la nota que las instituciones no han estado a la altura de las reclamaciones ciudadanas ni han cumplido con sus obligaciones en la defensa medioambiental, ya que se trata de un paraje de innegable valor ecológico; por lo que es intolerable su destrucción, en mayor o menor medida, «pues tiene la categoría de vestigio natural ante la depredación que ha sufrido ellitoral en los últimos años».

IU hizo hincapié además en que el acuerdo de aumentar la superficie de protección se ha ejecutado con la connivencia del promotor de los 152 viviendas que van a destruir el paraje, porque resulta beneficioso para la edificación del complejo; por lo que nada tiene quever con la determinación del Ayuntamiento o de Costas, «a los que no les hubiesen dolido prendas por bajar los adosados 50 metros más cerca de la línea de costa porque su apuesta por el ladrillo es clara».

IU concluyó que estará vigilante a que el desarrollo delas construcciones se restrinja al área acordada y que no se realicen prácticas que degraden el resto del entorno, pues los desbroces a cometidos en octubre de 2009, según su concejal y portavoz, invadieron terrenos de la zona de protección sin que mediara el Ayuntamiento a través de una acción punitiva.

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El colectivo que ha defendido las dunas del Barronal habla de éxito sin precedentes
Repasa foto a foto los estragos de lo que para ellos ha sido una dura batalla que dio comienzo en septiembre de 2009. Susanne Stamm, portavoz de la Asociación Pro Dunas, atesora un curioso álbum testigo fiel de las huellas que las máquinas han dejado hasta en el último cordón dunar del Barronal de La Morena. Por eso celebra el acuerdo a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Demarcación de Costas y la promotora encargada de edificar los terrenos, que permitirá ampliar la servidumbre de protección de los 100 metros que marca la legislación a 50 metros más al norte. En total, una franja de 150 metros de ancho que se recuperará con senderos y pasarelas para que todos los vecinos y turistas puedan disfrutar de un paraje calificado por los ecologistas como único en la Costa del Sol. «Lo que hemos logrado es un hito. Se ha modificado un proyecto urbanístico que contaba con todos los parabienes legales por una cuestión estrictamente medioambiental. Desde luego no conocemos otro caso que haya sido tan exitoso como este», resume Stamm.
«Desde luego ha habido auténtica voluntad por parte de todos los implicados de darle una solución al problema», acota el presidente de la asociación, Fernando Piquer. «¿Que si nos parece suficiente, pues no. Pero tal y como estaban las cosas no nos podemos quejar», continúa irónico Piquer, quien desvela que están intentando que el Ayuntamiento medie para que el promotor ceda aún más metros para ampliar la servidumbre de protección. «Todo lo que nos den, lo cogemos. Agradecemos cada metro», subraya la portavoz.
Figura de protección
Lejos de este anhelo, los esfuerzos de la asociación se centran ahora en que no se conceda ninguna autorización ni licencia en la servidumbre de protección para construcciones al aire libre como puedan ser clubes sociales, piscinas o pistas de tenis, pádel u otras instalaciones para lo que ya ha remitido escritos al Ayuntamiento, a la Demarcación de Costas y a la Consejería de Medio Ambiente.
Stamm, convencida de que «la presión moral ha conducido al éxito», planea más conquistas a largo plazo. «Una vez que esté todo el proceso queremos darle a las dunas del Barronal una figura de protección mayor, como la de reserva natural», apunta.
En esa búsqueda perpetua de equilibrio entre el ladrillo y la naturaleza, la asociación continúa con sus iniciativas para preservar los últimos sistemas dunares del municipio. Así, adelantaron que el proyecto de acondicionamiento de senderos peatonales y protección de la duna ubicada en la playa de La Víbora se encuentra calentando motores. Ellos mientras tanto, continuarán ojo a vizor.Fuente: Diario SUR